Incendios forestales en Los Ángeles

La familia Benn permanece unida después de los incendios

Los Benn son toda una institución en Altadena, California, donde se los conoce como “la familia de la música”. Los siete hijos de Laurie y Oscar crecieron cantando en la escuela, la iglesia y eventos de su comunidad, y siguen actuando juntos.Los Benn viven en Altadena desde los 50 y fueron una de las primeras familias negras en comprarse casas en la zona. Los niños se criaron en la misma calle que su abuela, sus tías y sus tíos, e iban a sus patios a recoger fruta de los árboles.

Una madre pelirroja está de pie con su bebé en brazos en un patio cubierto de pasto con otra mujer en un día despejado.

“Tuvimos mucha suerte de crecer en una comunidad así, con familias como la nuestra, que quisieron adquirir una casa propia por la que pasaron varias generaciones”, reflexiona Loren Benn, la hija mayor de Laurie y Oscar.

“Perder tu casa duele, pero sentir que se te fue una parte de tu pasado es mucho peor”.

Cuando el incendio Eaton arrasó Altadena, se llevó por delante la casa de los padres de Loren, la de su abuela y la de su hermano. “Perder tu casa duele, pero sentir que se te fue una parte de tu pasado es mucho peor”, explica Loren.

Una mujer con un abrigo beige y un barbijo está de pie entre las ruinas de una casa quemada en un día despejado. Atrás de ella, hay montañas.

Los Benn perdieron la casa donde habían criado a sus siete hijos, junto con otras propiedades que tenían en el barrio.

Cuando los Benn tuvieron que irse, pensaron que volverían a casa en unos días. Oscar necesitaba oxígeno, así que debían tener muchísimo cuidado para evitar el humo. Pronto, se dieron cuenta de que no iban a poder volver a su hogar, así que Loren solicitó un alojamiento de emergencia a través de Airbnb.org y 211 LA. Once miembros de la familia, incluidos Oscar y los tres nietos de Laurie, se quedaron de forma gratuita en un espacio en Airbnb durante un poco más de un mes mientras pensaban qué hacer después.

Una niña que lleva puestos unos lentes de sol rosas esboza una leve sonrisa. Está sentada en la silla de un patio con césped bajo el cielo azul.

Permanecer unidos fue crucial para esta familia, ya que estaban acostumbrados a compartir espacios y ayudarse mutuamente en su día a día. “Cuando llegamos acá, recuperamos un poco de normalidad”, cuenta Laurie. Una noche, prepararon espaguetis. Era la primera vez que comían un plato casero desde que perdieron su hogar. El nieto más chico dio algunos de sus primeros pasos en este alojamiento.

“Sabemos que ya nada va a ser igual, pero tenemos la esperanza de que la comunidad siga unida y podamos superar esto juntos”.

Tres hombres posan muy juntos y miran al frente; el del medio lleva una máscara de oxígeno.

Durante su estadía a través de Airbnb.org, los Benn encontraron un alojamiento para todo el año siguiente. Tienen previsto volver a Altadena y reconstruir no solo sus casas, sino también el tipo de vida que siempre llevaron.