Formas sencillas de deleitar a los huéspedes que reservan estadías largas
Los huéspedes que se quedan en tu espacio durante 28 noches o más suelen tener necesidades distintas a las de los visitantes de fines de semana. Satisfacer esas necesidades crea mejores experiencias de viaje para ellos y puede ayudarte a recibir más evaluaciones de cinco estrellas.
Para complacer a los huéspedes que reservan estadías mensuales, probá ofrecer estos detalles sencillos aproximadamente una semana después de su llegada.
Preguntales a los huéspedes si necesitan algo
Un mes es mucho tiempo para pasar sin algo que solemos usar en casa y que no podemos llevar en la valija. Como anfitrión, podés preguntarle a tus huéspedes si les falta algo esencial.
Quizás les gustaría contar con una almohada o una manta extra, un paraguas o algún pequeño electrodoméstico de cocina, como una tostadora o una licuadora. Tu disposición para ofrecer estos servicios no te cuesta nada y podría marcar una gran diferencia en el nivel de comodidad de tus huéspedes. Además, después podés ofrecérselos a los próximos viajeros que recibas.
Andrea, Superanfitriona en Leavenworth (Washington), cuenta que le gusta mantener la cocina bien abastecida para las estadías largas. “Siempre dejo diferentes tipos de cafeteras, té y café suficiente, además de aceite y especias para cocinar”.
Ofrecé una limpieza a la mitad de su estadía
A muchos huéspedes les encanta la idea de una limpieza gratuita a mitad de su estadía. Es una gran ventaja para ellos y, además, te da la oportunidad de hacer un poco de mantenimiento, como cambiar pilas, focos de luz y filtros.
Annette, Superanfitriona en San Francisco, les dice a sus huéspedes: “Como van a estar acá casi un mes, las probabilidades de que se rompa algo son más altas. Les pido que no traten de arreglar nada por cuenta propia, aunque sea algo mínimo. Avísennos de inmediato, y nosotros nos encargamos”.
Si programás una limpieza a mitad de la estadía, te recomendamos que los huéspedes sepan bien quién va a entrar en el espacio, a qué hora va a empezar y cuánto tiempo va a estar ahí. Al definir expectativas claras, les demostrás que respetás su privacidad y seguridad.
También podés ofrecer un servicio más frecuente por una tarifa, para ayudar a tu equipo de limpieza y mantener tu alojamiento limpio.
Recomendá servicios en la zona
Por lo general, los huéspedes no conocen tu zona tan bien como vos. Enviarles un mensaje con consejos locales o dejarles una guía puede ayudar a que aprovechen al máximo su visita.
Redactá una lista corta que incluya los servicios que pueden necesitar los huéspedes durante una estadía larga, como paseadores de perros, entregas de comestibles o técnicos que arreglen laptops. Al recomendar comercios de la zona, podés generar un vínculo con tus huéspedes a la vez que apoyás a tu comunidad.
Contales a los huéspedes cuáles son tus lugares favoritos, sobre todo los menos conocidos que te parecen imperdibles. No te olvides de mencionar los festivales u otros eventos públicos importantes que tengan lugar durante su estadía.
Agregá un toque especial
Los detalles ayudan a que los huéspedes sientan que los valorás. Podrías dejar una tarjeta en la puerta con unas palabras de gratitud (“Gracias por quedarte en nuestro espacio”) y un regalo bien pensado:
- Una botella de vino de la región
- Pan recién horneado
- Un recuerdo de la zona
“Cuanto más pequeño y liviano sea, mejor”, comenta Donna, Superanfitriona en San Francisco. “En lo personal, prefiero que sea algo comestible, así pueden consumirlo durante la estadía si quieren”. Los artículos típicos de la zona pueden deleitar a los huéspedes en el momento y hacer que recuerden tu espacio con cariño una vez que se hayan ido.