Alojamientos de lujo en Cotswolds

Descubre los Cotswolds

Si cierras los ojos y piensas en el típico escenario idílico de la campiña inglesa, es probable estés imaginándote los Cotswolds. Sigue el Támesis unos 150 kilómetros al oeste de Londres y llegarás a los montes Cotswold, una área que cuenta con el reconocimiento de AONB, es decir, de zona de especial belleza paisajística. Las colinas verdes repletas de senderos descienden hacia pueblos que podrían competir por el título de los más bonitos de Gran Bretaña, donde las casitas y las torres de las iglesias están construidas con la piedra caliza local que parece brillar bajo el sol. La lana de las ovejas criadas en los Cotswolds se llegó a considerar en su momento la mejor del mundo, y las ganancias que se obtuvieron con ella sirvieron para financiar la construcción de las ornamentadas iglesias medievales de la zona, muchas de las cuales todavía se conservan en muy buen estado. 

Hoy en día, también encontrarás sofisticados pubs escondidos tras las antiguas fachadas de piedra y elegantes tiendas repartidas por las calles de los pueblos que se levantaron durante la Edad Media. La región está lo suficientemente cerca de la ciudad para poder hacer una escapada de fin de semana, pero merece la pena dedicarle más tiempo.

Los Cotswolds son el segundo paisaje protegido más grande de Inglaterra y un destino ideal para los visitantes que deseen caminar desde las colinas onduladas hasta los valles ocultos y las praderas verdes. Pero la belleza de esta zona va mucho más allá de la naturaleza. El paisaje está salpicado de mansiones señoriales, interesantes ruinas e iglesias adornadas con gárgolas. Y eso no es todo: esta región fue además el corazón del movimiento Arts & Crafts.

Si decides visitar el castillo de Sudeley, que fue en su día el lugar de residencia de Katherine Parr, la última esposa de Enrique VIII, te adentrarás en un milenio de historia de la realeza a medida que pasees por las estancias de la era Tudor y las más de 5,5 hectáreas que abarcan sus jardines. Recorre salas revestidas en madera y exposiciones especiales, observa a los faisanes en los jardines y deja que los niños exploren el parque ambientado en el castillo. El palacio de Blenheim, lugar de nacimiento de Winston Churchill, está declarado Patrimonio de la Humanidad y se encuentra a poca distancia de los Cotswolds. Aquí descubrirás apartamentos cubiertos de tapices, un laberinto y un tren en miniatura que te facilitará los traslados entre el palacio y los jardines. 

En verano, encontrarás los jardines en plena floración y parejas haciéndose fotos de boda en los terrenos de la finca Sezincote, de estilo neomogol, que te trasladará a la India. Cuando llega la Navidad, muchas casas solariegas se transforman en auténticos paraísos navideños con luces y mercados de artesanías.

Sube a uno de los puntos más altos de la zona para visitar la torre de Broadway, un capricho arquitectónico con vistas que abarcan los Cotswolds y lugares limítrofes. Cuando termines de contemplar el panorama, entra en la torre y baja hasta el búnker de la época de la Guerra Fría, o recorre el parque y saluda a la manada de ciervos que viven aquí.

La ciudad de Gloucester, en el extremo occidental de los Cotswolds, ha sido escenario de varias películas en los últimos años. La arquitectura gótica de la catedral de Gloucester se convirtió en Hogwarts en las películas de Harry Potter y ha sido el telón de fondo de las series históricas The Hollow Crown y Wolf Hall. Si te fascinaron las casas de campo de The Holiday (Vacaciones) y El diario de Bridget Jones, encontrarás a sus homólogos de la vida real en los Cotswolds.

Las redes de senderos son fantásticas para explorar los montes Cotswold a tu aire, pero las visitas guiadas a pie y los paseos a caballo te permitirán moverte con más facilidad por la zona. Planifica tus vacaciones teniendo en cuenta las fechas de algún evento anual interesante, como un festival de literatura o música, o tómate tu tiempo para curiosear por las tiendas de antigüedades y detenerte en las teterías mientras vas de un pueblo a otro. Haz una excursión de un día y viaja al pasado entre las emblemáticas siluetas de Stonehenge o las famosas colecciones del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford.

En los pueblos de los Cotswolds tendrás ocasión de disfrutar de cervezas artesanales junto al fuego de una chimenea en los típicos pubs británicos o de darte un festín en los restaurantes con estrella Michelin que han abierto en la zona y que ofrecen interpretaciones innovadoras de cualquier delicia gastronómica, ya sea la comida del domingo, el té de la tarde o el cordero local.

Dónde alojarse en los Cotswolds

Nuestra selección de alquileres vacacionales en los Cotswolds hace gala del patrimonio de la región. ¿Te gustaría alojarte en una granja reformada con una acogedora chimenea o en una cuidada finca rodeada de jardines? En estas propiedades encontrarás detalles como paredes de ladrillos hechos a mano o de la piedra caliza tan característica de la zona, techos con vigas y ventanales con vistas al campo. Puedes alojarte incluso en establos reformados, donde disfrutarás de todo tipo de comodidades, como estufas de leña y suelos con calefacción radiante. 

Elige uno de los cuatro edificios en los terrenos de 60 hectáreas de Fairoaks, una antigua granja modelo construida a principios del siglo XIX, para pasar unos días de tus vacaciones, o reserva toda la finca para un grupo de familiares y amigos. Si quieres contemplar algunas de las rocas más antiguas de Inglaterra, da un paseo por las ondulantes colinas Malvern, que rodean la finca. Si te apetece, también puedes acercarte caminando a tomar algo a uno de los pubs de la zona. La propiedad está cerca de la ciudad de Ledbury, así que puedes pasarte por el mercado a comprar productos locales para cenar. Además, el corto trayecto en coche hasta Cheltenham te permitirá hacer una excursión de un día a las carreras de caballos o al festival literario.

¿Te proponemos otra idea fantástica? Elige un pueblo de los Cotswolds en el que te gustaría vivir durante una o dos semanas y alójate en una granja con jardín o en una antigua casa solariega situada en lo alto de una pradera. Estos alquileres vacacionales combinan la practicidad de estar situados en un pueblo con la tranquilidad de un entorno rural. Toma tu alojamiento como punto de partida para pasar un día visitando los pueblos de la zona y, al terminar, tómate el té de la tarde en una tetería o cena en uno de los restaurantes que ofrecen cocina francesa y platos ingleses modernos.